La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.
Nelson Mandela.

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sábado, 25 de marzo de 2017

DEMOSTRAR QUE SABES, PERO QUE SABES PARA SIEMPRE

En la segunda entrada de este blog, vamos a intentar echar toda la carne en el asador. Trataremos de reflexionar sobre algo que anda encostrado desde hace ya mucho tiempo en la evaluación del proceso de “aprendizaje”.

Los exámenes y pruebas estandarizadas han formado parte de nuestra formación académica desde que el mundo es mundo. Al igual que todo lo demás, estos métodos han evolucionado y parece, que la razón de ser de los exámenes es hoy día muy diferente a la que pudieron haber tenido en el pasado. Demostrar lo que sabemos, lo que somos capaces de crear, se reduce en muchas ocasiones al esfuerzo puntual y a los conocimientos necesarios para llegar al mínimo exigido.

No hay nada que pueda cambiarte más la vida que un cinco y éste, en muchas ocasiones, es la razón de ser de muchos alumnos. No el saber, no el aprender, no el descubrir, no el dar respuesta a lo desconocido si no la simple obtención de un cinco. Un número, que según la escala establecida es bajo, pero que al mismo tiempo significa aprobado, apto para poder desempeñar cualquier tarea. Te puede salvar de una conversación acalorada con los que te exigen, proporcionarte algún que otro obsequio y hasta llevarte a lo más alto de tu formación.

Por lo tanto, si nuestro objetivo como docentes es el aprendizaje, y no el superar una prueba puntual para después dejar en el olvido lo leído y memorizado ¿Qué razón de ser tienen los exámenes? No estamos pidiendo que sean suprimidos, Atenea nos libre, solo queremos decir que quizás sea hora de darle la vuelta a la tortilla, relegar a un segundo plano este tipo de métodos usados para demostrar lo que supuestamente sabemos y empezar a demostrar las cosas de verdad.

Cada vez estamos más convencidos, de que el verdadero aprendizaje se produce en la práctica, en el intercambio de opiniones, en el error, en el intento, en la reflexión, en la repetición y la corrección de aquello que aprendemos. Un proceso largo y lento pero duradero, significativo y difícil de demostrar y evaluar con un examen.       
Quizás, sería más interesante y conveniente idear otras técnicas y estrategias que posibilitaran la evaluación de una forma diferente al mismo tiempo, que obligan a cambiar las formas de aprender, consiguiendo un aprendizaje duradero y práctico.             


2 comentarios:

  1. Un post que demuestra que la educación está cambiando...y que lo hará gracias a sus maestros. Orgullosos de mis alumnos!!

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    1. Es lo que tiene cuando por el camino te encuentras un buen guía.

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