“Cada ser humano tiene una combinación única de
inteligencia.
Éste es el desafío educativo fundamental”
Howard Gardner
¿Qué fue de aquellos niños?, ¿Qué fue de aquellos
compañeros?, ¿Qué fue de aquellos alumnos de cabeza gacha que se sentaban al
final de la clase? Esos alumnos que no participan y que cuando lo hacían solo
era para cambiar de tema, llamar la atención o "molestar". Sí, esos,
los que se dedicaban a hacer dibujitos, los que tenían gran poder de convocatoria,
los que se pasaban el día cantando o saltando. Esos por los que nadie apostaba
nada, los gandules, los de clases particulares, los de "éste, este no vale
para estudiar, veremos a ver a que se dedica". Esos que Nunca hacían nada
pero que ahora hacen de todo.
¿Qué es de ellos? ¿Dónde han acabado?
Esos que ahora se han convertido en aventureros, en los que
se recorren el mundo trabajando en un sitio u en otro, o en los dos a la vez.
Esos valientes que ahora dan trabajo a otros compañeros y llevan entre manos
mil iniciativas, los que se han convertido en extraordinarios chef demandados
por ejecutivos, médicos o abogados. Los que salen en la tele, los que hacen que
te quedes maravillado viendo uno de sus cuadros, los que graban un disco, los
que se han convertido en refutados tatuadores, los que se codean con actores
porque los invitan a participa en sus cortos, sí, esos que ves en el lugar
menos pensado dedicándose a lo imposible.
Algunos de ellos tuvieron suerte o encontraron la piedra angular que consiguió explotar su habilidad otros, sin tanta suerte, fueron "maltratados" por el sistema, un sistema educativo que no supo tallar el diamante en bruto que tenía. A esos les debemos disculpas, a quienes lo consiguieron un oleee tú y a nosotros nos debemos la pregunta de si verdaderamente estamos tallando bien o deberíamos de explorar nuevos materiales y nuevas formas.
Algunos de ellos tuvieron suerte o encontraron la piedra angular que consiguió explotar su habilidad otros, sin tanta suerte, fueron "maltratados" por el sistema, un sistema educativo que no supo tallar el diamante en bruto que tenía. A esos les debemos disculpas, a quienes lo consiguieron un oleee tú y a nosotros nos debemos la pregunta de si verdaderamente estamos tallando bien o deberíamos de explorar nuevos materiales y nuevas formas.
"Así son las cosas y así se las hemos contado".