DE NUEVO EN LA BRECHA, AMIGOS MÍOS, UNA VEZ MÁS O …

                                                   Foto: recuperada de homedelicioushome
Pues eso, otra vez aquí, a empezar de nuevo con todo lo que ello supone. Pero eso sí, un comienzo con las pilas bien cargadas después de estas esperadas mini vacaciones, que para eso son para cargar las pilas. Porque sí, aquí entendemos las vacaciones como esos días en los que haces poco o nada. Esos días en los que sobre todo aprovechas para estar con la familia, con los amigos, con los tuyos. Esas horas que utilizas una vez al año para cumplir tradiciones ancestrales y forjadas quizás por casualidad con esas personas especiales, esos minutos que no tienen precio, esos instantes que año tras año van forjado tu persona, esas mismas vivencias pero siempre diferentes que por ley de vida algún año desaparecerán.

Ya estemos en primaria o en la universidad las vacaciones como si del negativo de un molde se tratasen deberían de cumplir un objetivo. No hacer nada, un vacío para obtener un positivo, una obra completa.       
Bajo nuestro punto de vista, las vacaciones deberían ser entendidas por los tres protagonistas de esta difícil ecuación: alumnos, padres y docentes, como un tiempo de quietud académica donde poder mirar y examinar los pasos siguientes con perspectiva. Un tiempo para reflexionar sobre lo que hemos hecho y sobre lo que nos queda por hacer, que podemos mejorar para las siguientes pruebas, como perfeccionar nuestro trabajo diario.
Habrá quienes podrán hacerlo individualmente, sin la ayuda de nadie y habrá quienes necesiten ayuda, un empujoncillo ya sea por parte del tutor de turno o de los padres, pero desde luego una ayuda que para nada debe transformarse en pilas de ejercicios, repasos sin sentido u horas encerrado en la habitación sin poder disfrutar de esos momentos que solo ocurren en las vacaciones, cuando las familias se juntan, cuando toda la familia por lejos que esté vuelve. 

Pero que quede claro, el negativo de un positivo también supone trabajo y conlleva responsabilidades. Desde el alumno, que tiene la oportunidad perfecta para reflexionar sobre cómo va su proceso hasta el docente que reflexiona, repasa y recapacita sobre las estrategias o métodos que debe cambiar o mejorar para un mayor rendimiento de todos sus alumnos.
A la misma vez, los padres disponen de mayor tiempo con sus hijos, momentos perfectos para establecer viejas o nuevas tradiciones, para estrechar lazos, para hablar, compartir, escuchar, observar y aprender.

Siempre aprender, que no todo está en los libros o en el cole.